traslados en la ley de registro horario

Registro horario: ¿qué desplazamientos son tiempo de trabajo y cuáles no?

La nueva ley de registro horario nos trae a vueltas a todos. Tenemos que aprender a cómo registrar correctamente el tiempo de trabajo de nuestros empleados. Pero no solo queda ahí la cosa, hay que saber qué tiempo se imputa y cual no. ¿Qué sabes del asunto de los traslados durante la jornada laboral? ¿Se imputan en el control horario, cómo se hace? ¿Qué ocurre con las profesiones como los marineros que están en la mar y gran parte de su jornada son traslados? Lo descubrimos para que no te quedes con ninguna duda.

La nueva ley de control horario

Mucho se ha hablado y escrito sobre este asunto. En este anterior post analizamos y deshuesamos la nueva ley de control horario y es que en este 2019 mucho han cambiado las cosas sobre todo para empresas grandes con un número elevado de trabajadores que han pasado a tener la obligación de instalar sistemas de gestión del horario para estar al día ante posibles inspecciones.

Desde el pasado mes de mayo de 2019 es obligatorio que las empresas españolas hagan un registro detallado de la jornada laboral de sus empleados. Hasta aquí, a estas alturas, todo más que claro y asumido o al menos, así debería ser.

Es necesario porque pueden pedirnos estos datos en una inspección de trabajo, tener registrados correctamente (ojo al “correctamente” que si hay fallos, también habrá multas) las entradas y salidas de nuestros trabajadores y el cómputo total de la jornada de trabajo.

Este hecho aplica incluso a los tele-trabajadores o personas con regímenes y horarios especiales y particulares. Así que si aún no te has puesto con ello, no puedes dejarlo pasar ni un día más.

El desplazamiento en la jornada de trabajo

Lo que se debe controlar o registrar dentro de la jornada de trabajo, lo tenemos más o menos claro ya que sabemos cuando alguien entra – sale del lugar de trabajo. Esta labor será más fácil y sobre todo, eficaz si instalas un sistema de control como el de tarjeta o huella dactilar.

Pero, ¿qué ocurre con los desplazamientos? Aquí está una de las grandes dudas de esta nueva ley de control horario.

Para poder dar respuesta a esta duda es importante empezar la casa por los cimientos:

¿Los desplazamientos y su tiempo invertido son parte de la jornada de trabajo? ¿Son los desplazamientos parte del tiempo de trabajo efectivo?

En esta cuestión radica el problema y es que no lo sabemos realmente. Lo más oficial que existe al respecto es el artículo 2 de la Directiva 2003/88/Ce que dice textualmente que es periodo laboral efectivo “todo periodo durante el cual el trabajador permanezca en el trabajo, a disposición del empresario y en ejercicio de su actividad o de sus funciones, de conformidad con las legislaciones y/o prácticas nacionales”. Por lo tanto, ¿entendéis que sí o no los traslados son parte de la jornada laboral? Muy claro con este artículo no queda, la verdad.

Para poder llegar a una solución y que no tengamos problemas, planteemos 3 supuestos que suelen darse.

Ida y vuelta al trabajo – tiempo en los desplazamientos diarios.

Todos los días, todos los empleados (o la inmensa mayoría) deben trasladarse a su centro de trabajo y volver del mismo.

Este tiempo NO se considera dentro de la jornada laboral según el artículo 34.5 del Estatuto de los Trabajadores. Y es que el tiempo útil es desde que se llega hasta que se abandona el puesto de trabajo en sí mismo.

Ida – vuelta para acudir a un centro de trabajo que no es el habitual.

Una de las excepciones que sí hay que analizar es en aquellos casos en los que el trabajador debe acudir a algún determinado en medio de su jornada laboral. Acudir a una reunión, realizar una entrega, etc… Este tiempo SI se considera dentro de la jornada laboral

Los traslados forman parte habitual del desarrollo de la actividad.

Si para el trabajo de la persona en cuestión los traslados son indispensables por supuesto que se contabilizan dentro de la jornada. El caso más claro, un repartidor. Obviamente el tiempo que se emplea para poder realizar su trabajo (las entregas) forma parte de su jornada laboral.

De todas formas, la realidad es que la información arrojada por los organismos oficiales no dejan muy clara los posibles casos particulares y excepciones que puedan darse.

Los viajes de trabajo

Otro de los casos a los que siempre debemos también atender de forma extraordinaria es el de los viajes de trabajo. Las jornadas cuando se viajan son más largas porque desde que salimos de casa, hacemos el viaje en sí mismo (traslado largo), realizamos el trabajo y volvemos pasan muchas horas. ¿Qué es imputable en este caso en la jornada de trabajo? El total de horas incluyendo estos traslados largos (avión – tren – coche) ya que el empleado está poniendo su tiempo a disposición de la empresa.

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nómina todo lo que debes saber

Qué es una nómina

Una nómina es el documento en el que se reflejan nuestra remuneración salarial recibida en contraprestación a nuestro trabajo realizado para una compañía – empresa. Cuando trabajamos por cuenta ajena percibimos un salario que detalla en la ya más que habituales y conocidas nóminas.

Pero, ¿realmente conocemos los puntos y sabemos interpretar una nómina? Para poder reclamar o simplemente entender una nómina que al fin y al cabo es el dinero que percibimos mensualmente por nuestro trabajo es fundamental analizarla en profundidad y desgranar todas y cada una de sus partes.

¿Qué es una nómina?

Una nómina es el “registro financiero” que una empresa hace y lleva de cada uno de los salarios que atribuyen a sus empleados incluyendo no solo el salario bruto y neto del mismo sino también las bonificaciones, las deducciones y todo lo que incurre de una u otra forma en el dinero a percibir.

Para la contabilidad de una empresa la nómina representa el dinero – cantidad a pagar a un empleado a cambio de su trabajo.

Las nóminas suelen ser mensuales (al menos en España así las trabajamos) pero pueden ser también trimestrales si incluyen otra serie de abonos y retribuciones.

Partes de una nómina

Para poder conocer y analizar o mejor dicho, interpretar una nómina, es fundamental saber de qué partes consta. Cuántas veces hemos recibido nuestra nómina y no sabemos a qué pertenece cada cantidad ni por qué se nos retiene una u otra cantidad en perjuicio del montante líquido que recibimos.

Los datos más habituales que incluye una nómina son:

  • Datos de la empresa y del empleado
  • Percepciones salariales y las prestaciones acordadas
  • Deducciones y retenciones pertinentes
  • Ingreso neto a percibir

Con estos cuatro apartados la nómina está completa y recoge todo lo obligatorio tanto para la empresa y su contabilidad como para el trabajador.

Las percepciones salariales y prestaciones acordadas

Las percepciones salariales son aquellas que se hayan acordado entre el trabajador y la empresa contratante. Es el “dinero” que se cobra a cambio del trabajo a realizar – realizado pero también si es otra clase de retribución no dineraria (beneficios como seguro de salud, etc).

También se incluirán los extras tales como pagas extraordinarias prorrateadas, los festivos trabajados, primas vacacionales, pago por transporte, etc.

Deducciones y retenciones pertinentes

Esta es la parte que más suele analizar el empleado y es que supone una resta considerable en el bruto negociado con la empresa. Estas deducciones son por cuenta de la Administración y corresponden a los impuestos que todos debemos sufragar como parte de nuestro trabajo.

De aquí se abona la Seguridad Social, el IRPF y otras deducciones que se suelen incluir según las consideraciones y situaciones personales de cada uno (tiempo trabajado, situación familiar, etc).

Ingreso neto a percibir

La cifra que todos miramos a priori para saber cuánto vamos a tener en nuestro banco ese mes. Es el líquido – neto a percibir después de sumas y restas variadas que aparecen reflejadas en nuestra nómina.

Periodicidad de la nómina

Lo habitual, como señalábamos, es que la nómina tenga una periodicidad mensual. A finales de cada mes se entrega por vía telemática (email) o en mano, la nómina a los empleados para que tengan constancia de su situación económica con referencia a la empresa y lo que van a percibir en sus cuentas bancarias.

Los departamentos de recursos humanos o en su defecto, de administración, tienen de forma automática realizadas las nóminas (que se extraen de un software de gestión y realización de nóminas para evitar errores) y una vez revisadas, se envían a los empleados y se procede al pago de las mismas.

Actualmente y suponiendo un cambio con lo que se venía haciendo anteriormente ya no es necesario que un empleado firme la nómina a su recepción.

Las nóminas dentro de la contabilidad de las empresas

Las nóminas son una parte esencial de toda contabilidad de una empresa. Deben siempre tenerse muy en cuenta como parte de los gastos mensuales ya que casi suelen representar el monto más importante de salida de efectivo de una compañía y que además, sí o sí, hay que cumplir.

Y es que un empleado debe ver retribuido su trabajo y sin retrasos ni problemas. Si no pagamos a nuestros empleados, no podremos después exigir que cumplan con sus obligaciones ni que su trabajo sea impecable.

El pago de la nómina (así como el pago de facturas de proveedores) es la mayor obligación que la empresa tiene para con sus trabajadores. Es un factor clave y motivacional para recibir un buen trabajo y que reine la tranquilidad y buen ambiente en las empresas.

Ya tengas a tu cargo una o cientos de nóminas, asegúrate de cumplir con todos los requisitos legales y de pago. Que todo esté orden es la base de tu tranquilidad laboral.