7 Puntos clave del registro horario

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El registro horario se ha consolidado como una de las obligaciones más vigiladas por la Inspección de Trabajo en los últimos años. Lejos de tratarse de una mera formalidad, el control de jornada diaria se ha convertido en una pieza clave para garantizar la transparencia laboral, prevenir abusos y asegurar el cumplimiento normativo en las empresas. Sin embargo, aún persisten muchas dudas en torno a qué implica exactamente esta obligación, cómo debe aplicarse en distintos tipos de jornada y qué herramientas existen para facilitar su cumplimiento.
En este post analizamos con detalle los siete aspectos esenciales del registro horario que toda empresa debe conocer. Desde su marco legal hasta las soluciones tecnológicas más eficaces, pasando por los errores más comunes y las consecuencias de no gestionarlo adecuadamente. La realidad es que fichar no es lo complejo; lo complicado es hacerlo bien, de forma ágil, legal y adaptada al ritmo real de cada organización.
Este contenido está diseñado para ayudarte a entender el impacto del registro horario más allá del papel o de la típica hoja de Excel. Si lideras un equipo, gestionas Recursos Humanos o estás buscando una forma eficiente de cumplir con esta obligación sin frenar tu operativa diaria, aquí tienes una guía actualizada y útil para dar respuesta a todas tus dudas.
1. Qué es el registro horario y por qué es obligatorio para todas las empresas
El registro horario es el mecanismo que permite dejar constancia diaria de la hora exacta de inicio y finalización de la jornada de cada persona trabajadora. Se trata de una medida que busca garantizar la transparencia en el tiempo de trabajo y proteger los derechos laborales, especialmente en lo relativo a la duración de la jornada y la realización de horas extra. Desde mayo de 2019, su aplicación es obligatoria en España para todas las empresas, independientemente de su tamaño o sector.
Esta obligación tiene como objetivo combatir la precariedad laboral, evitar fraudes relacionados con la extensión indebida de la jornada y proporcionar a la Inspección de Trabajo una herramienta objetiva para verificar el cumplimiento de la normativa. Además, el registro horario también aporta valor para las propias empresas: permite identificar desajustes en la planificación, gestionar de forma más eficiente los recursos humanos y reducir la exposición a conflictos laborales o sanciones.
El sistema puede realizarse en papel, mediante aplicaciones móviles, software especializado o sistemas biométricos, siempre que recoja de forma fiable y verificable los datos requeridos por ley. El formato es libre, pero su existencia y trazabilidad son obligatorias.
Marco legal actual: normativa española y europea
La base jurídica del registro horario en España se encuentra en el artículo 34.9 del Estatuto de los Trabajadores, modificado por el Real Decreto-ley 8/2019. Esta modificación introdujo la obligación de registrar la jornada diaria de todos los trabajadores, sin distinción entre contrato parcial o completo. La normativa establece que las empresas deben conservar estos registros durante un mínimo de cuatro años y ponerlos a disposición de la plantilla, sus representantes y la Inspección de Trabajo.
A nivel europeo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ya había anticipado la necesidad de un control efectivo del tiempo de trabajo con la sentencia C-55/18 (caso Deutsche Bank), en la que se determinó que los Estados miembros están obligados a garantizar que los empleadores establezcan un sistema objetivo, fiable y accesible que permita computar la jornada laboral diaria realizada por cada trabajador.
En este contexto, España se posiciona como uno de los países que ha transpuesto con mayor rigor esta directriz europea, y la Inspección de Trabajo ha intensificado sus actuaciones para supervisar su cumplimiento. De hecho, según datos del Ministerio de Trabajo, en 2023 se realizaron más de 6.500 actuaciones específicas en materia de jornada y horario, lo que demuestra que el foco sobre esta cuestión no es coyuntural, sino estructural.
Sanciones por incumplimiento y cómo evitarlas
No registrar adecuadamente la jornada puede acarrear sanciones significativas para las empresas. La Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS) tipifica esta omisión como una infracción grave. Las multas, en función de la gravedad y del número de trabajadores afectados, pueden oscilar entre los 751 y los 7.500 euros por empresa.
El simple hecho de no disponer de un sistema de registro ya constituye una infracción, sin necesidad de que exista denuncia previa o indicios de abuso. Esto implica que incluso en empresas con buenas prácticas, la falta de documentación o trazabilidad puede derivar en sanción directa tras una inspección.
Para evitar estas sanciones, lo más recomendable es implementar un sistema de registro claro, accesible y permanente. Además, es esencial formar al equipo en su uso, asegurar la conservación de los datos durante el tiempo legalmente establecido y facilitar su consulta tanto a los empleados como a sus representantes. Las soluciones digitales que permiten automatizar este proceso han demostrado ser las más eficaces para garantizar el cumplimiento normativo y evitar errores humanos o descuidos administrativos.
2. Quién está obligado a llevar el control horario y qué trabajadores se incluyen
La obligatoriedad del registro horario se aplica a todas las personas trabajadoras por cuenta ajena, sin distinción entre jornada parcial, completa, contratos temporales o indefinidos. Tampoco se eximen los contratos por obra o servicio, ni aquellos que se rigen por convenios sectoriales específicos. El principio general que rige esta normativa es claro: si existe una relación laboral, debe registrarse el tiempo de trabajo diario de forma objetiva y verificable.
En el caso de empresas multisede o con empleados que prestan servicios en distintos centros de trabajo, el registro horario debe realizarse igualmente en cada lugar, y su centralización debe garantizar la disponibilidad de los datos ante cualquier requerimiento de la autoridad laboral. Las ETT también están sujetas a esta obligación respecto a los trabajadores cedidos.
Una duda habitual se plantea con figuras como becarios, autónomos dependientes (TRADE) o directivos con contrato de alta dirección. En estos casos, el criterio no es homogéneo. Por ejemplo, los contratos de alta dirección están excluidos de la obligación, según lo establecido en su propia regulación, mientras que los becarios o prácticas remuneradas sí pueden estar sujetos al control horario si existe una contraprestación económica y una relación laboral en sentido estricto.
Excepciones en determinados sectores o tipos de contrato
Existen ciertas particularidades en sectores específicos donde el registro horario se aplica con matices. Un ejemplo claro es el del personal con régimen especial de confianza o responsabilidad, como algunos puestos directivos intermedios. Aunque en teoría deben registrar su jornada, el control efectivo puede ajustarse a través de lo establecido en el convenio colectivo o mediante pactos individuales con el trabajador.
También se contemplan excepciones en profesiones cuya actividad no se desarrolla en un espacio físico fijo, como los transportistas, comerciales o repartidores, donde el registro puede adaptarse mediante sistemas móviles o mecanismos alternativos siempre que cumplan con los requisitos de trazabilidad y fiabilidad.
En todos los casos, las excepciones deben estar justificadas documentalmente y, en ningún caso, implican la eliminación total del registro, sino su adaptación. El criterio general de la Inspección de Trabajo es muy claro: no registrar, salvo justificación legal sólida, constituye incumplimiento.
Cómo afecta el registro horario a los trabajadores híbridos o en remoto
Con el auge del teletrabajo y los modelos híbridos tras la pandemia, muchas empresas se enfrentaron al reto de mantener un control horario fiable fuera del entorno de oficina. La ley no distingue entre trabajo presencial y remoto: ambos deben registrarse de la misma manera. Esto obliga a las empresas a adoptar herramientas tecnológicas capaces de adaptarse al trabajo deslocalizado sin perder precisión ni integridad en los datos.
La guía sobre registro horario publicada por el Ministerio de Trabajo en 2019 ya contemplaba este escenario, indicando que el sistema debe poder aplicarse sea cual sea el lugar desde el que se preste el servicio. En este sentido, las apps móviles o los sistemas de geolocalización han ganado terreno, aunque siempre bajo el principio de proporcionalidad y respeto a la privacidad del trabajador.
El reto no solo es técnico, sino también organizativo. Alinear horarios, coordinar equipos distribuidos y mantener la trazabilidad sin rigideces excesivas requiere combinar tecnología, comunicación y cultura de confianza. Un sistema de registro bien implantado puede convertirse, además, en una herramienta útil para la planificación y la conciliación.
3. Qué debe incluir un registro horario válido ante una inspección
Tener un sistema de registro horario no basta si este no cumple con los requisitos exigidos por la ley. En caso de una inspección, los documentos deben estar disponibles de forma inmediata, contener toda la información requerida y reflejar fielmente la jornada efectiva de cada trabajador. No se trata solo de fichar; se trata de demostrar que la empresa cumple con el artículo 34.9 del Estatuto de los Trabajadores de forma rigurosa y verificable.
Los inspectores de trabajo no solo revisan la existencia del sistema, sino también la coherencia de los datos registrados con la actividad real del centro de trabajo, la accesibilidad de los registros para el empleado y su correcta conservación. De ahí la importancia de implantar un sistema completo, transparente y alineado con la normativa, que pueda sostenerse ante cualquier revisión oficial.
Datos imprescindibles que exige la Inspección de Trabajo
La ley no especifica un formato único, pero sí define los datos mínimos que deben quedar reflejados en cada jornada. Para que un registro horario sea válido, debe incluir:
- Nombre completo del trabajador y, en su caso, el número de afiliación a la Seguridad Social.
- Fecha concreta del día laborable registrado.
- Hora exacta de inicio y de finalización de la jornada efectiva de trabajo.
- Firma del trabajador o acreditación de su validación, si se trata de medios electrónicos.
No se exige reflejar las pausas o descansos intermedios, salvo que estos formen parte del cómputo global y afecten a la jornada pactada. Sin embargo, muchos sistemas incluyen esta funcionalidad por razones organizativas internas o de conciliación.
La Inspección también valora si los registros permiten distinguir días de ausencia, bajas o vacaciones, aunque este aspecto no es obligatorio. La trazabilidad y la imposibilidad de manipular los datos son criterios clave en la evaluación. En sistemas digitales, se requiere una huella documental o técnica que garantice que no pueden ser modificados a posteriori sin dejar constancia.
Frecuencia, conservación y firma del trabajador: qué exige la ley
El registro debe realizarse de forma diaria. No se acepta una estimación semanal ni una media mensual, aunque se pacte una distribución irregular de jornada. Este punto ha sido reiterado por la Dirección General de Trabajo y es uno de los aspectos más vigilados en las inspecciones.
Además, los registros deben conservarse durante un mínimo de cuatro años y deben estar disponibles para su consulta inmediata tanto por parte del propio trabajador como de la Inspección de Trabajo o los representantes legales de los empleados. Esto implica que no basta con archivarlos en papel en una carpeta: deben estar organizados y accesibles en cualquier momento.
En cuanto a la validación del trabajador, la normativa no exige necesariamente una firma manuscrita. Es válida cualquier fórmula que acredite que ha tenido conocimiento del registro y que este no ha sido modificado sin su consentimiento. En los sistemas digitales, esta validación puede hacerse mediante login personal, códigos únicos, tokens o confirmaciones vía app, siempre que el sistema sea seguro y rastreable.
4. Métodos actuales para el fichaje diario de la jornada laboral
La transformación digital también ha llegado al ámbito del control horario. Aunque el formato en papel aún persiste en algunos sectores, cada vez más empresas optan por métodos digitales que aportan mayor seguridad jurídica, mejoran la experiencia del empleado y permiten una gestión más eficiente de los recursos.
Desde hojas de Excel hasta apps móviles integradas con sistemas de planificación, el abanico de opciones ha crecido de forma exponencial. No existe un método único válido para todos, pero sí principios que deben cumplirse: objetividad, fiabilidad, integridad de los datos y acceso inmediato a la información registrada.
Del papel al digital: evolución de los sistemas de control horario
Durante años, el control horario se reducía a plantillas impresas donde los empleados anotaban su hora de entrada y salida a mano. Este sistema, aunque sencillo, presentaba múltiples problemas: errores de anotación, falta de veracidad, dificultad para conservar los documentos durante años y escasa trazabilidad. Además, resultaba ineficiente a medida que crecía el tamaño del equipo.
Con el paso del tiempo, muchas empresas comenzaron a utilizar hojas de cálculo, sistemas básicos conectados al ordenador o terminales físicos instalados en la entrada del centro de trabajo. Aunque mejoraban ciertos aspectos, no solucionaban la rigidez ni garantizaban la integridad de los datos.
La digitalización ha supuesto un cambio radical. Hoy en día, existen plataformas que automatizan por completo el registro, permiten fichar desde diferentes dispositivos, integran geolocalización y permiten exportar los informes ante cualquier requerimiento oficial. Esto ha facilitado especialmente la gestión en empresas con personal deslocalizado, turnos rotativos o jornadas variables.
Geolocalización, biometría y app móvil: tecnologías cada vez más utilizadas
Entre las soluciones más utilizadas en la actualidad destacan las apps móviles con sistema de geolocalización, que permiten a los empleados fichar desde cualquier ubicación autorizada. Este método se ha vuelto esencial en entornos con trabajadores en remoto, comerciales o personal de campo. Para evitar vulneraciones de privacidad, las soluciones más respetuosas solo recogen la ubicación en el momento exacto del fichaje, sin rastreo continuo.
También se ha extendido el uso de sistemas biométricos, como lectores de huella dactilar o reconocimiento facial. Aunque su uso está limitado por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y debe contar con base legal reforzada o consentimiento explícito, muchas empresas lo han implementado en entornos con alta rotación de personal o donde la seguridad es prioritaria.
Por último, los terminales de fichaje por tarjeta o código siguen siendo comunes en sectores industriales, hostelería o retail, donde el acceso físico al centro de trabajo es condición necesaria para prestar el servicio. Cada empresa debe valorar qué tecnología se adapta mejor a su operativa, teniendo en cuenta no solo la legalidad, sino también la usabilidad y la experiencia del trabajador.
5. Cómo elegir el sistema de registro horario más adecuado para tu empresa
Implantar un sistema de registro horario efectivo implica mucho más que cumplir una obligación legal. Es una decisión estratégica que impacta directamente en la operativa diaria, la relación con el equipo y la cultura organizativa. Elegir bien puede marcar la diferencia entre un trámite más o un sistema que realmente ayude a gestionar el tiempo de forma eficiente.
El primer paso es analizar las necesidades reales de la empresa: número de trabajadores, tipo de jornada, modelo de trabajo (presencial, híbrido o remoto) y frecuencia de cambios en los turnos. A partir de ahí, se puede valorar qué solución tecnológica es la más adecuada y cuál será su impacto en los procesos ya establecidos.
Variables clave según el tamaño de plantilla y el modelo de trabajo
Una microempresa con cinco empleados presenciales y jornadas fijas no necesita la misma solución que una compañía con equipos deslocalizados, turnos rotativos y diferentes centros de trabajo. Para empresas pequeñas, puede ser suficiente una app sencilla o un sistema digital que automatice las fichas sin costes elevados. En cambio, en estructuras más complejas, es necesario contar con herramientas más potentes, que integren control horario, planificación de turnos y gestión documental.
En modelos híbridos o en remoto, la flexibilidad es clave. El sistema debe permitir registrar la jornada desde distintos dispositivos, adaptarse a zonas horarias si es necesario y mantener la trazabilidad sin generar fricciones. Además, debe garantizar que los datos sean válidos ante una posible inspección, algo que solo se consigue si la herramienta cumple con los estándares legales vigentes.
Costes, mantenimiento, usabilidad: qué tener en cuenta antes de implementar
El coste económico es un factor a considerar, pero no debería ser el único. Hay que tener en cuenta el tiempo que se ahorra en tareas administrativas, la reducción de errores y la mejora en la relación laboral al contar con un sistema claro y accesible para todos. Una solución mal implantada puede generar más problemas de los que resuelve.
También es importante valorar la facilidad de uso del sistema: debe ser intuitivo, rápido y accesible desde diferentes dispositivos. La formación del equipo es esencial para asegurar una adopción correcta. Además, el proveedor debe ofrecer garantías de mantenimiento, actualizaciones periódicas, cumplimiento del RGPD y soporte técnico en caso de incidencias.
En definitiva, la mejor solución no es la más costosa ni la más tecnológica, sino la que mejor se adapta al funcionamiento real de la empresa, minimiza el margen de error y permite cumplir con la normativa sin interrumpir el día a día.
6. Uso de software de gestión de turnos y control horario: eficiencia y cumplimiento
Contar con un sistema que automatice tanto la planificación de turnos como el registro horario es, hoy por hoy, una de las decisiones más eficaces que puede tomar una empresa que quiera garantizar el cumplimiento normativo sin perder agilidad operativa. Los softwares de gestión integran ambos procesos y ofrecen una trazabilidad completa del tiempo de trabajo, lo que facilita tanto el control interno como la respuesta ante una posible inspección.
A diferencia de los métodos manuales o de las hojas de cálculo, este tipo de herramientas permite centralizar la información, evitar duplicidades y gestionar excepciones (cambios de turno, ausencias, incidencias) de forma rápida. Además, proporcionan visibilidad en tiempo real a managers y empleados, mejoran la comunicación interna y reducen los errores derivados de la gestión tradicional.
Ventajas de los softwares integrados como Plain para automatizar el registro horario
Plain es un ejemplo de cómo la tecnología puede adaptarse de forma natural a la dinámica real de una empresa. Más allá de registrar la hora de entrada y salida, este tipo de plataformas permiten asignar turnos, visualizar el calendario laboral, autorizar cambios y generar informes detallados en segundos. Todo, en una única herramienta que puede usarse desde el móvil, el ordenador o cualquier otro dispositivo con acceso a internet.
Una de sus mayores ventajas es la simplicidad: fichar no se convierte en una tarea burocrática, sino en una acción fluida que forma parte del día a día. Además, el sistema garantiza que los datos sean inalterables, trazables y compatibles con los requisitos legales de conservación y consulta. También permite que los responsables de equipo gestionen incidencias o ajustes de forma proactiva, y que el departamento de RR. HH. acceda a la información consolidada sin depender de múltiples canales.
La automatización reduce drásticamente el margen de error y libera tiempo que antes se dedicaba a tareas repetitivas o a la recopilación manual de datos. Todo esto, sin perder de vista la experiencia del empleado, que puede consultar fácilmente sus horas trabajadas, vacaciones y turnos asignados, lo que mejora la transparencia y la confianza en el sistema.
Cómo asegurar el cumplimiento legal con tecnología adaptable al negocio
Para que un software de control horario sea válido a nivel legal, debe cumplir con una serie de requisitos: registrar de forma diaria la jornada efectiva de cada trabajador, conservar los datos durante al menos cuatro años, permitir la consulta por parte de la Inspección de Trabajo y ofrecer un formato verificable que evite manipulaciones posteriores. Plain cumple con todos estos criterios y, además, se adapta a las particularidades de cada empresa, independientemente de su tamaño o sector.
La clave está en que la tecnología no solo automatice el proceso, sino que también facilite la personalización. Empresas con horarios flexibles, plantillas rotativas o jornadas irregulares pueden configurar el sistema según sus necesidades, sin poner en riesgo el cumplimiento normativo. El soporte técnico y las actualizaciones constantes son otra garantía de seguridad jurídica y eficiencia operativa.
7. Registro horario y conciliación laboral: cómo equilibrar tiempo de trabajo y descanso
El registro horario, cuando se aplica correctamente, no solo sirve para cumplir con la ley. También puede convertirse en una herramienta real para promover la conciliación y detectar desajustes que afectan directamente al bienestar de las personas. Conocer cuántas horas se trabajan realmente, cuánto tiempo se dedica a tareas improductivas o cómo se distribuyen los descansos puede ayudar a rediseñar horarios, prevenir la fatiga y construir entornos laborales más sostenibles.
Además, disponer de datos objetivos permite justificar ajustes en la jornada, diseñar planes de compensación o establecer políticas más flexibles, basadas en la realidad de cada equipo y no en la percepción. En este sentido, el control horario puede jugar un papel activo en la transformación cultural de la empresa hacia modelos más saludables y responsables.
Cómo ayuda el registro a garantizar jornadas justas y prevenir excesos
Uno de los mayores riesgos en muchas organizaciones es la normalización de las horas extra no registradas, especialmente en sectores donde la carga de trabajo es variable o donde existe una cultura de presencialismo. El registro horario, cuando se respeta y se revisa con rigor, actúa como una barrera frente a estos excesos.
Los datos permiten detectar patrones de sobrecarga en determinados equipos o franjas horarias, intervenir a tiempo y reequilibrar la planificación. Además, aporta una base objetiva para aplicar límites legales a la jornada y establecer medidas de compensación, ya sea en tiempo o en retribución económica.
Las empresas que adoptan una cultura del registro consciente no solo reducen su riesgo legal, sino que también demuestran compromiso con la salud laboral. Este enfoque no es incompatible con la flexibilidad, siempre que exista una trazabilidad clara de las horas efectivas trabajadas.
Tendencias en flexibilidad laboral y fichaje responsable
Cada vez más empresas optan por modelos de jornada flexible, donde el registro horario sigue existiendo, pero se adapta a las nuevas formas de organizar el trabajo. Lejos de suponer una rigidez, el control de jornada se ha convertido en una herramienta que da soporte a la flexibilidad, siempre que se aplique con sentido común y transparencia.
Entre las tendencias más actuales, destaca el uso de ventanas horarias, fichajes parciales (entrada y salida con pausas intermedias) o sistemas que permiten la compensación horaria entre días, dentro del marco legal permitido. El objetivo no es controlar, sino medir con fiabilidad para tomar decisiones más justas.
En este contexto, la confianza mutua y la claridad en las reglas del juego son fundamentales. El registro debe concebirse como un instrumento que protege a ambas partes: da seguridad a la empresa y otorga derechos reales a los trabajadores.
Preguntas frecuentes sobre el registro horario obligatorio
¿Es legal fichar con el móvil?
Sí, fichar con el móvil es totalmente legal, siempre que el sistema utilizado cumpla con los requisitos de fiabilidad, objetividad y trazabilidad establecidos por la ley. De hecho, muchas empresas han optado por apps móviles como solución principal para registrar la jornada, especialmente en entornos de trabajo híbrido o con personal deslocalizado.
Lo importante es que el sistema permita identificar de forma inequívoca al trabajador, registre la hora exacta de inicio y fin de la jornada y conserve los datos de forma segura durante al menos cuatro años. Además, debe permitir que tanto el trabajador como la empresa puedan acceder a sus propios registros si se requiere una inspección o una revisión interna.
El uso de la geolocalización en estas apps también es legal, aunque debe ajustarse a los principios del Reglamento General de Protección de Datos. Solo puede utilizarse en el momento del fichaje, y la empresa debe informar previamente de su uso y garantizar que se trata de una medida proporcional.
¿Puedo registrar las pausas?
La legislación actual no obliga a registrar las pausas dentro de la jornada, salvo que estas formen parte del tiempo de trabajo efectivo o estén contempladas como tal en el convenio colectivo o contrato individual. Sin embargo, muchas empresas deciden registrarlas voluntariamente por motivos de organización interna, control de tiempos o conciliación.
En los sistemas digitales, es habitual que el trabajador pueda fichar tanto la pausa para comer como otras interrupciones, de forma que el cálculo final de horas trabajadas sea lo más ajustado posible a la realidad. Esto resulta útil para gestionar horas extra, planificar turnos o incluso analizar la productividad por tramos horarios.
En cualquier caso, si las pausas se incluyen en el sistema, deben ser registradas con la misma fiabilidad que el resto de fichajes. Y es recomendable que esta práctica se incluya en el protocolo interno de la empresa, para evitar malentendidos o discrepancias posteriores.
¿Qué ocurre si no se ficha correctamente?
No registrar la jornada de forma correcta puede acarrear consecuencias legales para la empresa, incluso aunque no haya una reclamación por parte del trabajador. La Inspección de Trabajo considera infracción grave tanto la ausencia de sistema como la existencia de un registro incompleto, inexacto o no conservado adecuadamente.
Las multas por este tipo de incumplimiento pueden llegar a los 7.500 euros por empresa, dependiendo de la gravedad y del número de trabajadores afectados. Además, en caso de conflicto laboral, la ausencia de registros fiables puede jugar en contra de la empresa en procedimientos judiciales.
Por otro lado, el fichaje incorrecto también puede afectar a la organización interna, generar desconfianza en el equipo y dificultar la planificación. Por eso, es fundamental no solo disponer de un sistema válido, sino también formar al personal en su uso, revisar periódicamente los datos registrados y corregir posibles errores de forma proactiva.
Conclusiones sobre sanciones en el registro horario
El registro horario ya no es una opción ni una tarea secundaria: es una obligación legal que, bien gestionada, puede convertirse en una aliada clave para mejorar la organización interna, optimizar los turnos y fomentar entornos laborales más justos. Como hemos visto, cumplir con la normativa no tiene por qué ser complicado, pero sí requiere rigor, trazabilidad y sistemas que faciliten el trabajo diario sin generar fricciones.
En este escenario, contar con una solución como Plain marca la diferencia. Su capacidad para integrar el registro horario con la planificación de turnos, su facilidad de uso y su fiabilidad legal la convierten en la herramienta ideal para empresas que buscan simplificar procesos, minimizar riesgos y ofrecer una experiencia más transparente tanto a equipos como a responsables de gestión. Si todavía estás gestionando fichajes en papel o con herramientas que no se adaptan a tu realidad, ahora es el momento de dar el salto.
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