Claves para motivar al personal

motivación personal 13 marzo 2019 María Alcaraz

Tu personal está en k.o. técnico. La desmotivación se ha hecho con vuestra empresa. Nadie puede más. La productividad ha caído empicada… ¡Horror! ¿Qué hacer? Motivar al personal. Así de fácil y de difícil a la vez. Necesitas conseguir que tu equipo vuelva a estar motivado y quiera ir a trabajar cada día. Que necesite porque le aporta felicidad, realizar sus tareas profesionales. Y eso solo lo vas a encontrar si recuperan la motivación.

¿Cómo conseguir que recuperen la motivación? Eso ya es cosa tuya como ceo, gerente, responsable – departamento de recursos humanos… Seas quien seas que estés leyendo esto y que caiga sobre ti la responsabilidad del equipo, tienes que saber cómo hacer para que aumente la motivación del team.

¿Qué es la motivación de un equipo de trabajo?

Las ganas de trabajar. La iniciativa para proponer ideas. La agilidad para resolver incidencias. El nivel de implicación para con su trabajo y la empresa… Estas son solo algunas de las cualidades que un trabajador motivado tiene al cien por cien (o al menos, al 90 por ciento).

La motivación es lo que nos hace ir, hacer, proponer y resolver. Estar motivado no solo es bueno para el empleado que así verá cómo su trabajo es mucho más satisfactorio. La motivación de sus empleados es lo que la empresa necesita para producir más y por ende, que las ventas aumenten.

Estar motivado implica ser más productivo y todos sabemos ya estas alturas lo que significa que la productividad sea más y más elevada: más tareas con calidad en menor tiempo, más retorno de inversión, más eficiencia, mayor efectividad… Vaya, todo beneficios para todos.

La pérdida de motivación: ¿por qué aparece?

Por multitud de razones. Y es responsabilidad de todos. Del empleado que va perdiendo la motivación, no repara en ello y no pone solución para él mismo ser feliz en su trabajo. Y de la empresa que no identifica que están apareciendo esos factores que hacen que la motivación se pierda.

Y es que la empresa no puede esperar a que la desmotivación campe a sus anchas por la empresa. Debe siempre anticiparse y ante el primer aviso de la posibilidad de huida motivacional, debe tomar cartas en el asunto.

Un empleado puede desmotivarse por infinidad de situaciones personales y profesionales y todas, importan porque el resultado es la pérdida de motivación.

Asuntos personales:

Sí, hay que atenderlos también en el trabajo. No podemos pensar que los empleados son máquinas que al entrar por la puerta de la oficina, dejan a un lado hasta la hora de salida, sus asuntos personales. Es un gran error. Las grandes y evolucionadas empresas atienden a las necesidades personales de sus empleados porque saben que una persona liberada de situaciones de estrés, será mucho más productivo. Si tiene problemas personales… Intenta ayudarle y que se sienta escuchado y que es una persona tomada en consideración por la empresa.

Falta de reconocimiento:

Aunque todos deberíamos estar muy evolucionados emocionalmente y no necesitar el reconocimiento de nadie para estar motivados en lo que hacemos, la realidad no es esa. Necesitamos que nos reconozcan nuestro esfuerzo y dedicación. La desmotivación aparece en ciertas personas cuando sienten que nadie reconoce lo que hacen. Y no sólo a través de un sueldo elevado. A veces es suficiente con un mail de “buen trabajo”, con una palabra agradable, con un evento para el equipo… Formas hay muchas pero hay que valorar al empleado para que sienta que se tiene en cuenta su trabajo.

Sueldo bajo:

Todos trabajamos para ganar dinero. Quizás no debería ser así al cien por cien pero es la mayor motivación. Si la empresa está viendo que su empleado está desarrollando un gran trabajo y está ayudando a aumentar las ventas y  a que todo funcione, hay que revisar esos sueldos en tiempos y formas adecuadas. Y no sólo es trabajo del empleado ir a pedir un aumento (situación bastante intensa y perjudicial para todos) sino que debería salir de la empresa ese reconocimiento en el momento adecuado. Y entonces, seguramente, no se tendrá en cuenta del mismo modo la cantidad sino que lo que quedará como hecho a valorar es que la empresa ha tenido en consideración el trabajo que realizamos y no se “está aprovechando de nosotros”.

No crecimiento profesional:

Pocas cosas afectan tanto a la motivación de un trabajador que el no poder crecer. El seguir año tras año haciendo lo mismo. Pretender abarcar más y superarse a si mismo y que la empresa no le de la opción. Es no sentirse válido para más. Que le transmitan que no es capaz. Y eso, matará su motivación y se convertirá en un autómata de tareas que cada vez irán perdiendo frescura y creatividad.

Hay que ayudar a nuestros empleados a crecer. Debemos tener un plan de expansión interna y de proyección para que exista la capacidad de crecimiento. Es clave para generar motivación a los demás.

Formación:

Hay muchas formas de transmitir a nuestro equipo que les tenemos en cuenta, que valoramos su trabajo. No todo es dinero (aunque sí es importante). Se pueden tener aportes con nuestros empleados en formato “formación”. Si le proporcionamos formación a un empleado los beneficios para todos son brutales: él estará más contento y satisfecho porque la empresa le reconoce y le “premia”. La empresa recibirá el beneficio de tener un empleado más cualificado. El empleado querrá poner en práctica lo aprendido y aportará más a la empresa. La empresa tendrá ese aporte en formato trabajo… Y así el bucle podría ser infinito en aspectos positivos.

¿Cómo generar más motivación a nuestro equipo?

Si tenemos en cuenta los factores que anteriormente hemos descrito y los evitamos antes de que aparezcan o los solucionamos cuando ya existen, tendremos gran parte del trabajo hecho. Hay que anticiparse y realizar un “plan de motivación” constante para que no lleguemos a puntos de peligro.

Si entramos en barrena y la motivación del equipo o de una persona valiosa se pierde, entonces hay que tomar cartas más altas para solucionar la situación. Acciones actualmente no van a faltar y ante todo, lo primero, siempre, es hablar y sobre todo, escuchar, al trabajador. No te pongas a poner soluciones que tú piensas que servirán sin escuchar que le ocurre a la persona – equipo. Porque lo único que estás haciendo es poner parches.

Escucha, analiza y después, implementa soluciones. Quizás todo pase por algo más sencillo de lo que crees o puede que no y tengas que hacer otras cosas. Sea lo que sea, ponte manos a la obra. Puede que necesitéis sesiones de coaching para aumentar la motivación, Team Building, organizar ciertas actividades, cambiar personas que están perjudicando al grupo, hacer modificaciones en los horarios y turnos de trabajo… Siempre hay claves muy identificables para cambiar el desenfreno de la pérdida de motivación. El momento en el que te pongas con ello solo depende de ti.

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