Demo de software de RRHH: qué buscar en una solución

demo software rrhh 25 mayo 2025 María Alcaraz

Solicitar y asistir a una demo de software de RRHH puede parecer un paso rutinario, que no tiene más importancia pero en realidad marca el punto de inflexión entre seguir gestionando personas “como se ha hecho siempre” o dar el salto hacia una estructura profesional, eficiente y alineada con los objetivos de negocio. Sobre todo, es el punto de partida para elegir con argumentos, la mejor solución y app para tu negocio y tu equipo. Muchas empresas pequeñas y medianas inician este proceso buscando solo una herramienta. Lo que no esperan es que esa demo, bien aprovechada, puede actuar como espejo de su propia organización: revelar carencias, anticipar cuellos de botella y abrir oportunidades que hasta ahora se asumían como imposibles.

En este post te cuento —con la visión estratégica de quien ha acompañado a decenas de compañías en esta transición— qué deberías observar con lupa cuando pruebas una solución de RRHH, qué funcionalidades son realmente útiles y cómo diferenciar entre promesas comerciales y verdadero valor operativo. No se trata de una comparativa de softwares, sino de una guía clara, útil y accionable para tomar decisiones sólidas. Y sí, hablaremos también de Plain y de por qué su demo es distinta a las demás.

Este contenido complementa otros artículos clave del blog como cómo organizar los RRHH en empresas pequeñas o gestión de personal en 2025, porque todos los caminos —bien hechos— acaban conectando estrategia, tecnología y personas.

Qué es una demo de software de RRHH y por qué es clave antes de elegir

Una demo de software de RRHH no es solo una presentación comercial. Es una oportunidad real para contrastar, en primera persona, si una solución tecnológica está alineada con la forma en que tu empresa gestiona sus equipos, organiza sus turnos, mide el rendimiento o asegura el cumplimiento legal. Es el espacio donde el discurso del proveedor se enfrenta a tus necesidades concretas. Por eso, más que una reunión técnica, una buena demo actúa como una primera prueba de integración cultural, operativa y estratégica entre tu organización y la herramienta.

En un mercado donde todas las plataformas prometen facilitar la vida del responsable de personal, lo único que permite distinguir lo útil de lo innecesario es vivir la experiencia del software en acción. De hecho, muchas empresas que terminan insatisfechas con su proveedor no dedicaron suficiente atención a este momento clave del proceso de decisión. Evaluar bien una demo no solo evita errores: puede acelerar años de mejoras internas.

Diferencia entre demo guiada, demo autogestionada y prueba gratuita

En el proceso de selección de un software de RRHH, no todas las demostraciones tienen el mismo formato ni el mismo nivel de profundidad. Una demo guiada suele estar conducida por un experto del proveedor, que adapta la presentación al tipo de empresa, sector o necesidades del cliente potencial. Este formato permite resolver dudas en tiempo real y personalizar los ejemplos. Es especialmente útil si la empresa no tiene un perfil técnico claro o quiere validar el encaje operativo con alguien del equipo comercial o de producto.

Por otro lado, la demo autogestionada suele consistir en un acceso limitado al entorno del software, acompañado de recursos tipo tutoriales o vídeos grabados. Permite una exploración libre, pero no siempre aclara cómo se comporta la herramienta con datos reales o en procesos complejos.

Finalmente, algunas soluciones ofrecen una prueba gratuita. Aquí el usuario puede operar con el sistema durante unos días, normalmente sin asistencia. Aunque parece el formato más completo, muchas veces genera frustración si no se ha hecho una mínima personalización o si no hay guía que conecte la funcionalidad con los retos reales de la empresa.

Qué puedes aprender (y qué no) en una demo

Una buena demo te permite identificar si el software es intuitivo, si permite automatizar tareas repetitivas, cómo se comporta ante cambios de turnos o si está preparado para cumplir con normativas locales (como el control horario en España o la gestión de horas extra). También puedes detectar el enfoque del proveedor: si prioriza la experiencia del usuario, si acompaña a sus clientes en la implantación o si solo actúa como proveedor puntual.

Sin embargo, hay cosas que no siempre quedan claras en una demo. Por ejemplo, cómo será el soporte una vez contratado el servicio, si las actualizaciones están incluidas, o si los costes ocultos aparecerán más adelante con integraciones o nuevas necesidades. Por eso es clave ir más allá del botón bonito o del dashboard atractivo y preguntar por todo lo que pueda afectar al uso a medio plazo.

Cuándo es el mejor momento para solicitar una demo en tu empresa

Solicitar una demo de software de RRHH en el momento adecuado marca la diferencia. Si lo haces demasiado pronto, sin tener claras tus necesidades internas, puede que elijas por impulso o por estética. Si esperas demasiado, quizás ya estés inmerso en una crisis de rotación, errores en nómina o incumplimientos legales. Lo ideal es solicitar la demo cuando se tiene una visión clara de los procesos que se quieren mejorar, los problemas actuales que se repiten y los objetivos que persigue el área de personal a corto y medio plazo.

En empresas pequeñas, a veces la demo se pide cuando la carga administrativa se vuelve insostenible. En medianas o grandes, suele coincidir con un cambio en la dirección, una auditoría o un nuevo plan de transformación interna. Sea cual sea el tamaño, el momento ideal es cuando hay apertura al cambio, recursos para implementarlo y voluntad real de profesionalizar la gestión de personas.

Claves para aprovechar al máximo una demo de software de RRHH

Llegar a una demo sin preparación es como ir a una entrevista sin haber leído la oferta de empleo. No basta con “ver qué enseña el proveedor”. La clave está en llevar tu propio mapa: tus dudas, tus cuellos de botella, tus objetivos prioritarios. Cuanto más específica y contextualizada sea tu visión, más fácil será detectar si el software encaja o no.

Este momento, bien aprovechado, permite no solo evaluar la herramienta, sino también testar la capacidad del proveedor para adaptarse a tu negocio. La demo se convierte así en un escenario de validación mutua.

Qué preparar antes: datos, escenarios y necesidades reales

Antes de la demo, dedica una sesión interna a identificar los procesos que hoy consumen más tiempo o generan más errores. Pregúntate: ¿dónde se repiten las tareas? ¿Qué puntos generan más fricción con el equipo? ¿Qué información necesitas tener más controlada y aún no puedes? Reúne ejemplos reales: cambios de turnos inesperados, problemas con el control horario, incidencias en nómina, evaluaciones de desempeño sin seguimiento…

También es útil preparar algunos datos clave (número de empleados, tipo de contratos, ubicación de centros, horarios habituales) y tener claros los objetivos: reducir tiempo de gestión, cumplir normativas, mejorar la experiencia del empleado o evitar conflictos laborales, por ejemplo.

Qué preguntas hacer durante la demo para tomar la mejor decisión

No te limites a preguntar por lo que se ve. Ve más allá:

  • ¿Qué pasa si hay un cambio masivo de turnos en el sistema?
  • ¿Cómo se integran las vacaciones, bajas y ausencias con el registro horario?
  • ¿El software detecta errores o solapamientos automáticamente?
  • ¿Qué medidas de seguridad de datos incorpora?
  • ¿Cómo es el proceso de onboarding e implantación?
  • ¿Qué actualizaciones incluye el contrato? ¿Y qué soporte se ofrece?

Este tipo de preguntas no solo aclaran el potencial del software, sino también la cultura de servicio del proveedor.

Cómo implicar a las personas adecuadas del equipo en la demo

Una demo no debe ser solo tarea de la dirección o del área de RRHH. Incluir al responsable directo del equipo operativo, a quien gestiona los turnos en el día a día o incluso a una persona del área legal o financiera puede ofrecer una visión más real y completa. Cada perfil detectará cosas distintas: unos verán los beneficios prácticos, otros los riesgos o las oportunidades a medio plazo. Además, cuando el equipo participa desde el principio, la adopción posterior es mucho más rápida y fluida.

Funcionalidades esenciales que debe mostrar cualquier demo de calidad

Una demo eficaz de software de RRHH no se limita a enseñar botones, gráficos y pantallas atractivas. Debe ofrecer una visión honesta, completa y fluida de cómo la herramienta da respuesta a los procesos clave de gestión de personas en una empresa. No se trata de “todo lo que puede hacer el sistema”, sino de mostrar con claridad “lo que realmente importa para tu negocio”. La experiencia de demo es también una muestra de transparencia: cómo presenta el proveedor sus fortalezas, hasta dónde llega el producto y qué aspectos están aún en desarrollo.

Gestión de turnos, control horario y fichaje digital

Estos tres elementos suelen ser el corazón operativo del día a día en cualquier pyme o empresa con personal en horarios rotativos. La demo debe mostrar cómo se crean, modifican y comunican los turnos; qué automatismos ofrece para adaptar jornadas y cómo se notifica a los equipos. El control horario, por su parte, debe visualizarse en tiempo real, reflejando entradas, salidas, descansos y fichajes con geolocalización, QR u otras vías adaptadas a distintos entornos (oficinas, tiendas, restaurantes, almacenes).

La clave está en comprobar si el sistema puede gestionar escenarios reales: empleados con distintos tipos de jornada, bajas de última hora, turnos partidos o necesidades de flexibilidad. Y, por supuesto, si cumple con la normativa de registro horario obligatoria en España.

Administración laboral: contratos, bajas, nóminas e incidencias

En este apartado, una buena demo debe mostrar cómo se gestionan los datos laborales de forma integrada. Es decir, que los contratos estén accesibles, bien organizados, con renovaciones automatizadas y alertas sobre vencimientos. También es importante ver cómo se notifican y gestionan las bajas, permisos retribuidos, incidencias o cambios de jornada.

Un detalle crucial es la conexión entre estos procesos y la nómina. Si la demo permite visualizar cómo impacta una baja o una modificación en el salario, estamos ante una herramienta avanzada. La trazabilidad de cada movimiento administrativo —quién lo aprueba, cuándo se registró, qué cambios genera— debe estar visible y clara.

Módulos de formación, desempeño y clima laboral

La gestión de personas no es solo control y administración. Una demo de calidad también enseña cómo la solución ayuda a desarrollar el talento, facilitar procesos de evaluación y recoger información sobre el clima interno. No hace falta ver módulos muy complejos, pero sí que se muestren funcionalidades útiles: detección de necesidades de formación, planificación de cursos, evaluaciones periódicas, registro de feedback y canales para pulsar la satisfacción del equipo.

Estas funcionalidades no solo mejoran el desarrollo del personal. También aportan datos valiosos para la toma de decisiones y para detectar antes de tiempo situaciones de desmotivación o fuga de talento.

Reporting, cumplimiento normativo y trazabilidad legal

Un software de RRHH debe ayudar a cumplir la ley sin complicaciones. La demo debe mostrar cómo se generan informes automáticos, registros obligatorios y documentos exigidos por la Inspección de Trabajo o auditorías internas. Esto incluye desde el registro de jornada y las horas extra, hasta la trazabilidad de formaciones obligatorias, los planes de igualdad o los protocolos internos.

La trazabilidad legal es uno de los puntos que menos atención recibe en muchas demos, pero es donde más problemas pueden surgir si la herramienta no responde bien. Por eso, el proveedor debe mostrar con claridad cómo se auditan los datos, qué registros guarda el sistema y cómo se exportan de forma válida para una revisión externa.

Cómo comparar demos de software de RRHH sin perderte en tecnicismos

Evaluar varias demos seguidas puede generar confusión, especialmente si no se cuenta con una metodología clara o si el equipo implicado no tiene experiencia en procesos de selección tecnológica. Cada proveedor utiliza su propio vocabulario, sus puntos fuertes y su enfoque comercial. Por eso, tener un marco propio de análisis ayuda a comparar con objetividad, identificar lo que realmente importa y evitar decisiones precipitadas.

Criterios objetivos para diferenciar soluciones similares

Algunas funcionalidades pueden parecer similares en dos o tres softwares distintos. Sin embargo, hay formas objetivas de distinguir:

  • ¿Cuántos clics hacen falta para completar una acción frecuente?
  • ¿Qué automatismos reduce trabajo manual del equipo?
  • ¿Cómo se adapta el software a cambios reales en el negocio?
  • ¿Permite trabajar desde móvil sin pérdida de funcionalidades?
  • ¿Qué nivel de soporte incluye la licencia?

Comparar con este tipo de criterios permite valorar de forma real la experiencia del día a día, más allá de lo que prometa el comercial.

Errores habituales al evaluar una demo y cómo evitarlos

Uno de los errores más comunes es dejarse impresionar por la estética o el diseño, sin evaluar si la herramienta resuelve necesidades concretas. Otro error frecuente es no implicar a quienes usarán el software: muchas decisiones se toman desde gerencia o IT sin escuchar al equipo de RRHH o a los managers que gestionan turnos.

También es un fallo habitual no registrar impresiones durante la demo, lo que complica las comparativas posteriores. Una forma sencilla de evitarlo es preparar una tabla comparativa con criterios clave y rellenarla al momento, con las sensaciones y dudas que surgen en caliente.

Comparativa real: qué destacan los mejores softwares en sus demos

Los mejores proveedores no solo enseñan su producto: escuchan, adaptan y contextualizan. Destacan porque hacen preguntas antes de enseñar, porque priorizan lo que más te importa y porque entienden tu negocio antes de mostrar funciones genéricas.

En sus demos, se nota que conocen el marco legal, que han trabajado con empresas similares a la tuya, que ofrecen ejemplos concretos de cómo ayudaron a otras pymes o sectores. Y, sobre todo, destacan porque son claros con lo que pueden (y no pueden) hacer, sin exageraciones ni ambigüedades. Esta honestidad suele ser la mejor garantía de una relación sólida a largo plazo.

Cómo saber si ese software encaja con tu empresa

Pedir una demo no es únicamente una acción técnica o una fase previa a la compra. Es, en realidad, una oportunidad para contrastar si el software de RRHH que estás valorando tiene sentido dentro de tu empresa, en este momento concreto y con los recursos disponibles. Muchas veces, el error no está en elegir un mal producto, sino en escoger uno que no se adapta ni a la estructura, ni al tamaño, ni a la lógica de funcionamiento real del negocio. Por eso, más allá de lo que “ofrece el mercado”, es esencial revisar si esa herramienta se alinea con tu realidad.

Identificar si cubre las necesidades reales de tu tamaño y sector

Un software puede tener funcionalidades brillantes y ser, aun así, completamente ineficaz para una pyme de 15 personas. O, al contrario, quedarse corto en una empresa con turnos complejos o distintas ubicaciones. Durante la demo, es fundamental observar cómo se comporta la herramienta ante escenarios cotidianos en tu empresa: cambios de turno imprevistos, fichajes fuera de oficina, empleados con contratos distintos, o necesidades específicas del sector (sanidad, restauración, logística, etc.).

No es lo mismo fichar en remoto que hacerlo en un restaurante a hora punta. Tampoco es igual gestionar a cinco personas que a cincuenta, ni realizar la nómina manualmente que integrarla con otras plataformas. La demo debe ayudarte a comprobar si la solución responde con agilidad a esa complejidad.

Evaluar la curva de aprendizaje y facilidad de implementación

La potencia sin facilidad de uso no sirve de nada. Uno de los errores más habituales es adquirir un software que luego nadie en el equipo usa porque resulta complicado, farragoso o antinatural. Por eso, es imprescindible comprobar en la demo cómo se realiza una tarea desde el punto de vista del usuario final: no solo RRHH o IT, también managers, empleados o personas responsables de fichar o validar incidencias.

La curva de aprendizaje es clave. Una buena solución no necesita semanas de formación para usarse de forma básica. Si en la demo te parece complejo, imagina el día a día real. Además, conviene preguntar cuántos días requiere la implantación, qué incluye el onboarding y si hay recursos como vídeos, base de ayuda o soporte dedicado.

Ver si permite escalar sin costes ocultos ni dependencias técnicas

Una demo también debe ayudarte a visualizar el medio plazo. Quizá hoy tenéis 20 personas, pero si el negocio crece, ¿el software lo permite? ¿La ampliación de funcionalidades es automática o implica nuevas licencias y sobrecostes? ¿Se pueden añadir centros, equipos, sedes sin necesidad de contratar desarrollos a medida?

También hay que revisar si el sistema es dependiente de integraciones técnicas complejas. Si cada vez que se cambia un dato hay que pedir soporte, o si no se puede conectar fácilmente con herramientas externas (ERP, gestor documental, etc.), la escalabilidad estará limitada. Una buena demo muestra esa visión completa, no solo la fotografía del momento actual.

Qué buscar en el equipo que te ofrece la demo

Tan importante como la herramienta es el equipo humano que hay detrás. Una demo no es solo la puesta en escena del producto, también es la primera toma de contacto con quienes estarán a tu lado si eliges esa solución. Y eso se nota. Hay demos que funcionan porque quienes las ofrecen no se limitan a leer un guion: escuchan, preguntan, adaptan, entienden el negocio.

¿Te venden o te entienden? Claves para detectar interés genuino

Un comercial que interrumpe constantemente para seguir su pitch no está entendiendo nada. En cambio, si el equipo que da la demo pregunta antes de enseñar, si adapta el recorrido a tus respuestas y si prioriza las funcionalidades que te interesan —en lugar de mostrarlo todo sin filtro—, probablemente estés ante alguien que se preocupa por ayudarte.

Es fácil notar si te están vendiendo una solución estándar o si de verdad están tratando de resolver tus problemas concretos. Esa actitud es una muestra del tipo de relación que tendrás después: atención genérica o acompañamiento real.

El valor del acompañamiento post-demo: soporte, onboarding, éxito

El momento de la demo puede parecer brillante, pero lo que marca la diferencia es lo que viene después. ¿Qué tipo de soporte ofrecen? ¿Qué incluye el onboarding? ¿Tendrás a alguien que te ayude con la configuración? ¿Hay seguimiento personalizado o solo tickets anónimos?

El equipo de demo debe anticipar estas respuestas, no dejarlo todo en el aire. Y tú, como empresa interesada, deberías salir de la sesión sabiendo quién será tu interlocutor, qué pasos hay a partir de ahí, y si puedes confiar en esa empresa a largo plazo.

Cómo afecta la actitud del equipo comercial a la confianza y decisión final

Muchas decisiones no se toman solo por la herramienta, sino por la seguridad que transmite el equipo que la representa. Si en la demo hay prisa, tecnicismos innecesarios o evasivas a preguntas clave, la sensación que queda es de desconfianza.

Al contrario, si sientes que hay claridad, voluntad de ayudar y honestidad —incluso cuando algo no está desarrollado o no encaja—, lo más probable es que valores positivamente esa relación comercial. En una herramienta de gestión de personas, esto no es un detalle menor: es el inicio de una alianza estratégica.

Por qué una demo puede ayudarte a detectar debilidades internas

Muchas empresas creen que una demo solo sirve para ver lo que hace el software. Pero la experiencia demuestra lo contrario. Una buena demo es también un espejo. Obliga a revisar procesos internos, identificar carencias, descubrir duplicidades y, muchas veces, a poner orden en aquello que ni siquiera sabíamos que estaba desorganizado.

Casos reales donde la demo sirvió para reordenar procesos internos

Hay equipos que tras ver una demo descubren que no tenían una política clara de turnos. O que los contratos se firman sin registro. O que el seguimiento de bajas se lleva en hojas sueltas de Excel. Estos hallazgos no son un problema: son una oportunidad. La demo actúa como disparador para rediseñar flujos de trabajo que antes funcionaban “como se podía”, pero que ahora pueden profesionalizarse.

En empresas pequeñas, esto ocurre con frecuencia. Y en grandes estructuras, muchas veces la demo permite detectar solapamientos, ineficiencias o desconexión entre áreas. Es, en definitiva, un ejercicio de autodiagnóstico encubierto.

Cómo detectar cuellos de botella en la operativa diaria

Durante la demo, se suelen plantear escenarios cotidianos: cómo se solicita una baja, cómo se modifican horarios, cómo se gestiona una incidencia. Si al intentar replicarlos en el software detectas que en tu empresa no hay un procedimiento claro, probablemente tengas un cuello de botella.

Apuntar esos puntos críticos tras la demo permite, no solo valorar la herramienta, sino rediseñar internamente lo que no está funcionando. A veces, el problema no es técnico, sino organizativo. Y la demo ayuda a verlo con claridad.

Qué indicadores internos puedes revisar tras una demo

Después de una demo, conviene revisar algunos aspectos internos que actúan como alertas:

  • Número de herramientas distintas que usáis para gestionar personal.
  • Tiempo que se invierte en tareas repetitivas.
  • Errores frecuentes en fichajes, nóminas o validaciones.
  • Confusión en roles y procesos (quién aprueba qué, cómo se informa a los equipos).
  • Dificultad para extraer informes o responder a requerimientos legales.

Si tras la demo detectas que estos puntos son débiles o están desordenados, probablemente necesites una solución más integral. Y también, una revisión de tus procesos internos.

Demo de Plain: una experiencia práctica y centrada en lo que importa

Una demo no debería ser una presentación genérica. Debería ser un momento revelador. Eso es exactamente lo que busca ofrecer Plain. No se trata de mostrar todo lo que el software puede hacer, sino de enseñar con precisión lo que realmente importa a tu empresa: resolver tus problemas reales, optimizar el tiempo, evitar errores y ayudarte a cumplir con la normativa sin complicaciones.

Qué hace diferente la demo de Plain frente a otros softwares

Lo que marca la diferencia en la demo de Plain es su enfoque práctico. En lugar de mostrar funcionalidades sin contexto, el equipo plantea situaciones reales adaptadas a tu sector, tus horarios y tu forma de trabajar. Si gestionas turnos en restauración, ves cómo resolver incidencias en cocina o rotaciones en sala. Si trabajas en logística, la demo se centra en jornadas partidas, disponibilidad y fichajes móviles.

Además, no hay tecnicismos vacíos ni giros comerciales innecesarios. El equipo de Plain explica con claridad y va al grano. Responden a tus dudas sin rodeos y te muestran cómo sería realmente el día a día con su solución implantada.

Cómo se adapta la demo a cada tipo de empresa, sector y equipo

Cada demo parte de un breve cuestionario para conocer tu contexto. Con esos datos, el equipo prepara una sesión personalizada, en la que puedes ver cómo se configura una plantilla con tus propios turnos, qué ocurre cuando se registran horas extra o cómo se gestiona una baja médica con impacto en varios departamentos.

Esto permite que la demo no sea un paseo teórico, sino una simulación realista de tu operativa diaria. Así, no tienes que imaginar cómo funcionaría Plain en tu empresa: puedes verlo.

Resultados reales de empresas que eligieron Plain tras la demo

Tras ver la demo, muchas empresas han reorganizado su sistema de gestión de personas por completo. Una clínica con 32 empleados logró eliminar el 100 % de las incidencias de fichaje en menos de un mes. Una cadena de cafeterías pasó de cuadrar turnos manualmente durante tres días a resolverlo en 15 minutos. Un taller industrial redujo en un 40 % el tiempo dedicado a tareas administrativas gracias a la integración de Plain con su ERP.

Pero más allá de los números, lo que más destacan los usuarios es la tranquilidad. Saber que el registro horario está bien hecho, que los turnos están claros, y que cada persona sabe cuándo le toca trabajar… eso no tiene precio.

Preguntas frecuentes sobre demos de software de RRHH

En este punto, muchas empresas tienen las mismas dudas. Resolverlas permite encarar la demo con más claridad y seguridad, y aprovecharla al máximo.

¿Cuánto suele durar una demo y quién debe asistir?

La demo de Plain suele durar entre 30 y 45 minutos. Es un tiempo más que suficiente para ver los módulos principales y resolver preguntas concretas. Se recomienda que asistan las personas que gestionan turnos, fichajes o registros horarios, además de quien tome la decisión final. Si se trata de una empresa con varias sedes, conviene que acuda al menos una persona de operaciones o administración por cada centro.

¿Qué pasa si no entiendo bien el software durante la demo?

Nada. La demo no es un examen. Está pensada para ayudarte a entender, no para confundirte. El equipo adapta el ritmo a tu nivel de conocimiento y, si algo no se comprende, se repite o se explica de otra manera. No hay tecnicismos innecesarios ni respuestas evasivas. Y si tras la demo necesitas una segunda sesión con tu equipo, también se puede agendar sin coste.

¿Es obligatorio contratar tras la demo? ¿Hay compromisos?

No. La demo es completamente gratuita, sin compromiso y sin letra pequeña. No tienes que introducir datos de pago ni te atan a nada. Es un espacio para ver si realmente es lo que buscas. Si te encaja, se inicia un proceso de onboarding. Y si no, simplemente te llevas una visión clara de lo que podría mejorar en tu empresa con una solución como esta.

Conclusión: ver una demo no es perder el tiempo, es empezar a ganar

Pedir una demo de software de RRHH no es una tarea más de la lista. Es una oportunidad para profesionalizar de verdad tu gestión de personas, ganar orden, cumplir con la ley y liberar tiempo que hoy estás perdiendo en tareas manuales o procesos desorganizados.

No todas las demos son iguales, y no todos los softwares responden a las necesidades reales de una empresa como la tuya. Por eso, si estás buscando un sistema sencillo, intuitivo y completo para gestionar turnos, registro horario y bienestar laboral, solicita hoy tu demo gratuita de Plain.

Comprueba tú mismo por qué cada vez más empresas están dejando atrás el caos y encontrando en Plain una forma más ágil, clara y eficiente de gestionar personas. Porque tu tiempo también cuenta. Y el de tu equipo, aún más.

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